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La playa de Luarca, en las inmediaciones del puerto, es otro de los atractivos indudables de este rincón de Asturias. Con forma de concha, está resguardada por espigones y tiene la particularidad de unas piedras en medio que la separa en dos partes . Otras opciones para el baño en la región son la playa de Salinas, a la que se accede a pie desde el paseo marítimo, y la de Portizuelo. Asimismo vale la pena arrimarse a la ermita de la Virgen de la Blanca y al precioso cementerio en la colina, con sus sensacionales vistas sobre el mar. Hablamos de un sendero levantado entre los acantilados y cubierto por una alfombra de hierba, que bordea el pueblo desde el puerto.
En realidad, todo Llanes resulta un intenso estímulo para los sentidos. Vale la pena recorrer el Paseo del Espolón, donde se asentaron los indianos que retornaron con fortuna de América. Y acercarse a tomar un respiro en bellos parques como el del Campo de San Francisco, donde una escultura recuerda a Clarín. Otro lugar hermoso en Oviedo es el Parque de Invierno donde se encuentran las piscinas al aire libre de San Lázaro, el palacio de los Niños, una pista de skate y un laberinto compuesto por 650 laureles.
Vale la pena acercarse al Puente De roma, uno de los incontrovertibles emblemas de la población. Está situado sobre el río Sella y separa los concejos de Cangas de Onís y de Parres. De sus brazos cuelgan las letras griegas alfa y omega, que simbolizan el principio y el fin (la sin limites extensión de Dios).
Y asimismo se pasa por tres puentes (de los Rebecos, del Bolín y el de nuestra presa de Camarmeña), desde los que se aprecian las mejores y mucho más espectaculares panorámicas de la región. La ciudad asturiana de Cangas de Onís se encuentra en un excepcional enclave natural, que paralelamente pertence a los grandes atractivos del concejo del mismo nombre. Los Picos de Europa, el río Sella o los lagos de Covadonga son algunos de los sitios mucho más apreciados por quienes visitan la región. Ya en el centro de la ciudad resaltan edificaciones como el palacio de Revillagigedo, de estilo barroco.
La pequeña villa de Llanes se levanta al borde del mar Cantábrico y tiene los Picos de Europa como fondo. Dos situaciones geográficas que marcan la belleza de este sitio que semeja pintado por un artista en tonos de verde y azul. La hermosura de los panoramas y su importante patrimonio arquitectónico convierten a este rincón de Asturias en un destino turístico privilegiado. La primera imagen de Gijón, la que se queda fijada en la memoria de quienes la visitan, es la de la playa de San Lorenzo. Mide un kilómetro y medio de longitud y es el sitio indiscutible de esparcimiento y acercamiento de los lugareños. Está bordeada por un muro de piedra sobre el que se extiende el recorrido marítimo. Tiene 15 accesos de bajada a la playa, siendo el más conocido el de Escalerona.
Asturias
En un recorrido por las calles empedradas de la localidad no puede dejar de visitarse la Basílica Menor de Santa María de la Asunción de Llanes. Se identifica por la mezcla de románico y gótico y posee un retablo plateresco en la nave central. También merece la pena acercarse al palacio de Gastañaga, un edificio señorial gótico; a la capilla de la Magdalena; al palacio de Posada Herrera o al edificio del Casino, de clara inspiración modernista.
Las tres ciudades principales de la zona son Oviedo, Gijón y Avilés. La primera ha sido escenario de película para Woody Allen y también inspiración para escritores como Clarín.
Y, naturalmente, no puede faltar una visita al Centro Cultural Niemeyer. La ciudad tiene muchos otros atractivos que invitan a alargar la estancia. Tiene un puerto de recreo y playas tan apreciadas como la de Santa Marina, cercada de palacios indianos transformados en hoteles. Merece mucho la pena un recorrido por el viejo barrio de pescadores, El Portiello, con sus estrechas calles. En este pintoresco entorno llama la atención la Escalera de colores, donde diferentes vecinos, representantes deportivos, culturales y políticos del concejo, han dejado su marca personal pintando un escalón y una oración. La ruta se puede acometer desde el lado leonés, desde el pequeño pueblo de Caín, o desde la ciudad asturiana de Poncebos. Múltiples túneles, abiertos en el lado del río, aportan una enorme espectacularidad al sendero.
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Supuestamente podría parecer una piscina natural pero no es así, en tanto que padece los efectos de la pleamar y de la bajamar. El encuentro deportivo empieza a las 12 de la mañana del sábado, cuando las piraguas parten de Arriondas a Ribadesella. En los Campos de Oba, en Lloviu, se celebra una romería tumultuaria en la que la comida habitual asturiana se intercala con la entrega de los premios de la competición. El descenso del Sella ha ido ganando popularidad, durante los años, y a día de hoy, atrae a competidores de hasta 15 nacionalidades diferentes.
Recorrer este entorno de increíble belleza frecuenta combinarse con una visita a la Santa Gruta para saludar a la patrona de Asturias. Pero las opciones para el senderismo son tantas en esta zona que los fanáticos de esta actividad suelen acudir más de una vez. Entre las mucho más sencillas, para realizar incluso con niños, es un itinerario circular de unos 6 km, que se completa en dos horas. En este sendero se pasa por el hayedo Palomberu, las minas de la Buferrera y el mirador del Príncipe. Otra opción para captar la grandiosidad del paisaje es el mirador de Entrelagos. La ruta del Cares, el Parque Natural de Somiedo o la gruta de Tito Bustillo son solo algunos de los recorridos indispensables. Sin olvidar los lagos de Covadonga, joya natural de Asturias, dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, o algunas de sus espectaculares playas, como la de El Silencio o la de Gulpiyuri, la más pequeña del mundo.