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los mejores colegios de Ribadesella

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Desde su agradable mirador puedes otear a lo lejos el Palacio de la Piconera que da nombre al hotel e imaginarte al indiano Manuel Martínez retornando de Venezuela a fines del siglo XIX con la intención de transformar esta posesión en una fructífera explotación agrícola y ganadera. La playa de Santa Marina, en Ribadesella, es de otro planeta, de uno post-decimonónico en el que los palacetes y las casonas se abrazaban al mar y los aristócratas descubrían el exitación de veranear en el Cantábrico. ¿En que otro sitio de la península podías estar dándote baños de mar, yodo y algas protegido por altos picos que, además de esto, servían de idílico telón de fondo? El recorrido, de unas 4 horas para los no expertos, en realidad se puede realizar a lo largo del resto del año inscribiéndote en cualquiera de las empresas de actividades de ocio y momento de libertad de la zona (Canoas Ribadesella, TurAventura, etcétera.). Un último consejo, no te distraigas bastante antes de llegar a Fríes escanciando sidra cuando pares a reposar en sus chiringuitos de la orilla o tendrás que llamar para que te recojan a medio sendero, en Toraño. Por cierto, hay empresas como Montañas del Norte que han añadido otros 4 km al trayecto para que consigas llegar de manera directa hasta el puente de Ribadesella.

Ribadesella

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De Ribadesella hay un desvío por una la carretera RS-4 que conduce hasta la Playa de Vega. Contamos también con el distintivo de Calidad en Destino SICTEC porque nuestra empresa invierte buena parte de sus beneficios en la mejora continua de sus instalaciones.

Ribadesella

Y ya en el final estamos con un pequeño museo al aire libre que nos muestra los instantes mucho más relevantes de la historia riosellana contados por Antonio Mingote; al ponerse sobre la alfombra de las peanas se activará una locución que enseña todos los cuadros. Llegamos a la Ermita de Nuestra Señora de Guía, una capilla renacentista de finales del siglo XVI, si bien reformada en 1892, que acoge a la patrona de los marineros. Al edificio le falta una nave, perdida probablemente en un desprendimiento, y su elemento mejor preservado es la espléndida portada sur, donde aún se puede ver la obra original de cantería. Hubo desde el siglo XVI al XIX, al lado de la capilla, una fortificación con una batería para la defensa del puerto. Los tres cañones que hoy se ven allí pertenecen a la historia riosellana, pues fueron lanzados al mar por los franceses en su retirada de la villa en la guerra de la Independencia y restituidos a su emplazamiento original en 1999. Ermita y batería son hoy el mejor mirador para contemplar la villa, las montañas y el mar.

Destacan el Chalé de la Marquesa de Argüelles y el Villa Rosario. Al final del paseo marítimo está La Punta’l Pozu un precioso mirador al mar y a su izquierda, en el acantilado, las reconocidas huellas de dinosaurios. Esta villa marinera, es casa de uno de los principales puertos asturianos del siglo XIX. Enamora por el entramado de sus calles estrechas del bello casco viejo, su popular playa y sus múltiples miradores. Está ubicada en una situación muy privilegiada, particularmente en la desembocadura del Río Sella, a orillas del mar Cantábrico. Éste se encuentra dentro de los pueblos mucho más bonitos del país, y sus habitantes cuentan con un colosal carisma y amabilidad que te harán sentir en el hogar.

Comenzamos a adentrarnos por el casco urbano de Ribadesella, en el que veremos espectaculares construcciones de Indianos y casonas blasonadas, mezcladas con las fáciles viviendas del antiguo vecindario de pescadores. Para llegar a la playa de Arra se ha de tomar la AS-263 desde Ribadesella hacia Llanes, a 2km de Ribadesella y tras pasar el campo de fútbol hay a la izquierda un pequeño sendero asfaltado y una señal que indica playa. Se sigue por este sendero unos 200 hasta atravesar la vía del tren, en este punto hay una bifurcación. El camino de la derecha lleva a el área recreativa de los Acantilados del Infierno.

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Servicio de salvamento, megafonía, estacionamiento, duchas y baños, restaurantes. Junto al área recreativa de Guadamía podemos disfrutar de este espectáculo natural en días de marejada, oír el rugido del mar y ver los poderosos chorros de agua que se elevan sensiblemente hacia arriba. El Camino de Santiago a su paso por Ribadesella tiene 15 km, está señalada y tiene una dificultad media. Rodeada hoy en dia de creaciones añadidas, únicamente es visible la testera principal, que mira al norte hacia la iglesia cercana de San Esteban.

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